viernes, 13 de marzo de 2009

Ely - Abandono

La soledad, a veces la mejor compañia.

Paula, una chica con todo en la vida, una familia que la adora, amigos que la quieren y un sueño: convertirse en una gran bailarina.
Desde pequeña siempre le habia encantado el mundo de la danza pero desde hacia un par de meses parecia que el baile era mas que
su sueño, era como un refugio.
Cada dia en el instituto pasaba como otro mas, era una buena estudiante aunque ultimamente sus notas habian bajado un poco.
Un dia, ya cuando todos habian marchado del aula, ella seguia en su mesa tomando apuntes de los ejercicios para el proximo dia,
fue entonces cuando un chico del grupo con el que se juntaba se acerco a ella para invitarla a salir el próximo fin de semana.

-Hola paula, este finde vamos a aprobechar para ir al centro, dice marisa que con las fechas de navidad han puesto una pista de
hielo y pensamos patinar ¿Te apuntas?

-Hola, bueno... la verdad es que tengo cosas que hacer, estamos en los examenes finales y tengo mucho que ensayar de la
coreografia para el concurso de la escuela de danza.

El baile, su gran pasion se convirtio en su sueño, en su refugio y en su excusa para todo, ya no salia como antes, incluso en el
instituto pasaba como desapercibida, sin querer tener contacto con nadie.
Las tardes las pasaba en casa, encerrada, leyendo o escribiendo (otra de sus pasiones) le encantaba sentarse en un rinconcito
de la habitacion con la luz solamente de una lamparita y leer. La verdad es que desde hacia dias preferia la presencia de cualquier
libro antes que la compañia de personas, y mas que de personas de chicos. Leia de todo, pero los libros de amor, las novelas que
tanto le gustaban de mas pequeña, cuando creia en ese principe azul que vendria y la llevaria los habia apartado en una caja
en lo mas hondo de su gran armario, era como si ya no existiese el amor para ella.
Su cuarto era como un hogar y un reflejo de su alma, alli se encontraba asi misma. ese cuarto que antes estaba lleno de poster,
de fotos, de cuadros... ahora solo estaba lleno de soledad y de tristeza por cada esquina en que mirara, en un corcho de madera
puesto junto a la ventana, sobre el escritorio colgaba un papelito color blanco donde ella habia escrito uno de sus pensamientos
que ultimamente no dejaban de rondar su cabeza:

Es dificil, lo se
pero algun dia podre decir
ya no siento dolor, todo paso
ya no sufro con tu adios, todo lo olvide
pero a dia de hoy sigo aferrandome a ti
a tus bellos recuerdos cuando aun
tu piel rozaba mi piel
cuando tus ojos me miraban
y sentia todas esas mariposas revoloteando en mi
es dificil, lo se
pero algun dia sere lo bastante fuerte para asimilar
tu ausencia.

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