Aquel cojín rojo corinto , lo era todo para mí.
Había dialogado con él, lo había golpeado con mis puños,
arrojado contra la pared, desgarrada, ciega de ira;
lo había apretado contra mi pecho llorando desconsolada,
dejando que mis lágrimas formaran lunares negros al caer y
por fin,lo había perdonado, abrazándolo fuertemente, tiernamente,
como se perdona a un amante infiel.
De repente la certeza de lo inevitable, me hizo reaccionar de inmediato,
apaciguándome por completo, como si una bofetada me devolviera a la realidad:
"Nunca dejaría de quererlo".
Atrás, quedan los recuerdos , impacientes por salir, como niños traviesos.
Por delante, la larga gestación del olvido, un horizonte de soledades al que no se le ve fin.
Arriba, "Desamor", vigilando mis noches, redondo como una negra luna llena,
oscuro como el hueco que desaloja tu amor.
Down? Down your love , down your life
viernes, 13 de marzo de 2009
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